
Para las pieles delicadas que no toleran muchos cosméticos, como puede ser el caso de una piel con acné, se pueden utilizar remedios naturales para mantenerlas limpias e hidratadas. El huevo resulta ideal para limpiar con suavidad, al mismo tiempo que se le aporta hidratación y luminosidad. Se puede preparar una excelente crema limpiadora casera mezclando una clara de huevo con unas gotas de limón. Extiéndela por tu rostro, evitando la zona del contorno de ojos, y deja que actúe durante un cuarto de hora. Lava la cara con abundante agua y sécate friccionando con cuidado con la ayuda de una toalla suave. Conseguirás una piel perfecta.
Esto de las espinillas es como la gripe, al final siempre termina pasando, aunque a veces se resistan bastante y nos den la lata. Pero bueno… todo es cuestión de tiempo. Yo por lo menos no me preocupo demasiado, aunque entiendo que para mucha gente puede ser un problema. ¡Ánimo!